Artista francés considerado como una importante figura dentro del movimiento neo-Dadaísmo
La carne, la delicadeza de la piel viva, su tono maravilloso y , paradójicamente, incoloro, me fascinaban.
Coloqué en
el suelo un gran lienzo blanco, vertí en el centro veinte kilos de
color azul y la modelo se tumbó literalmente sobre él: dibujó el cuadro
rodando por el lienzo con su cuerpo en todas las direcciones. Yo, de
pie, dirigía todo el proceso, daba vueltas rápidamente alrededor de esta
fantástica superficie en el suelo y dirigía todos los movimientos de la
modelo.